Los fantasmas, los espíritus, las ánimas, los espectros, se llamen como se llamen, todos representan una misma cosa, nuestro miedo a lo desconocido, a no saber qué hay más allá de la vida. Esta cuestión ha sido magistralmente registrada por la literatura, produciendo historias que nos fascinan a todos, generando miedo y admiración a partes iguales.
Susan Hill (1942, Inglaterra) destaca en el panorama literario por sus contribuciones a la novela de estilo gótico, siendo su título más célebre «La mujer de negro», que publicó en 1983. Las historias de fantasmas ocupan una parte central de su producción literaria, así como también la novela negra.
Si decides leer «La mujer de negro» vas a encontrarte con una novela de terror excelente, que cumple con las tradicionales características de la novela gótica en la que el protagonista no podía ser otro que un fantasma. En este caso, el espectro atemoriza a un pequeño pueblo inglés, que mantiene a sus hijos prácticamente ocultos por miedo a que se los lleve la mismísima muerte y es que su presencia espectral siempre anuncia la muerte de algún pequeño.

Dice la autora en su web que nació en «un invierno muy frío durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la nieve era profunda y las olas chocaban contra los acantilados no muy lejos (…) llevo conmigo todas las historias que me contaron ese invierno (…) Crecer en un lugar inusual le da a un escritor una gran ventaja porque la imaginación es estimulada e intrigada por todo lo que hay en él desde el principio».
¿Por qué he querido incluir estas citas de la propia autora? Porque cuando lees alguna de sus novelas, particularmente en este caso, la novela que nos ocupa, lo transmite perfectamente, hay una impronta muy intensa de sus experiencias personales de su relación con el paisaje y con la época en la que le tocó crecer, que es palpable en la lectura del relato.
Ha sido galardonada con distintivos premios literarios: Premio Somerset Maugham (1971), Whitbread Novel Award ( 1972), Premio John Llewellyn Rhys (1972), etc. Además de haber sido preseleccionada para muchos otros.
Desde sus inicios en la literatura ha publicado 56 libros, ha sido revisora de periódicos y revistas, editora de libros y jueza de premios literarios.
